
POR JOSE PIMENTEL MUÑOZ*
Ayuntamiento de San Cristóbal.
Cuando visito San Cristóbal, mi pueblo natal (lo hago cada domingo) acostumbro a un recorrido por varias calles, aunque sea de media hora. Luego me siento un buen rato en un lugar céntrico, otrora hotel Constitución, donde veo alguna gente de antes, saludo y estrecho manos y, sobre todo, me entero de los últimos acontecimientos de la comunidad.
Es así como estoy al tanto del sentir de la gente sobre las acciones de distintos funcionarios, entre ellos senador, diputados, síndico, regidores, policías, fiscales, jueces, etc, sobre necesidades de la comunidad y problemas en general. En los últimos tiempos me ha llamado la atención varias obras y labores ejecutadas por el actual Ayuntamiento, algunas alejadas de la tradición de este organismo, que han tenido repercusión positiva en diversos sectores poblacionales. Qué me ha llamado la atención?. Haciendo un ejercicio mental rápido, puedo citar: El remozamiento de la céntrica y añeja avenida Constitución, a la que se ha tratado de restaurar el panorama que presentaba antes con las sobrias matas de palma. Se trata de un trabajo de mucho valor urbanístico, pero que parece no haber sido terminado completamente y que tiene detalles pendientes. Asimismo, el remozamiento del parque Piedras Vivas, que le da a ese lugar un cachet parecido al que tenía décadas atrás, cuando la jefatura del país era desempeñada por un sancristobero y había que tener el pueblo limpio y en orden. Alejándome un poco del centro, he visto como sumamente positivo la terminación del mercado del barrio Los Molina (en predios que hace muchos años pertenecieron a la hacienda Fundación) y la conclusión de las oficinas administrativas del cementerio municipal de Sainaguá. Me han dicho que en los barrios periféricos ha sido recibido con beneplácito el saneamiento de cañadas. Vale citar los sectores La Textilera, Los Novas y San Isidro. Cabe mencionar aquí que el sector Bella Vista, de Pueblo Nuevo, se beneficia de un pequeño sistema de alcantarillado. El brazo ejecutor del Ayuntamiento no se ha quedado en la zona urbana y ha llegado hasta el Fuerte Resolí, en Najayo Arriba, donde fue reparada la escuela básica; hasta Cañada Honda, La Coquera, La Altagracia y La Piña, donde fueron construidas calles, aceras y contenes. Este mismo tipo de trabajo (calles, aceras y contenes) –que da perfiles urbanos a barrios pobres- llegó a Madre Vieja Norte, Conani, La Guandulera, Sainaguá y La Altagracia. Las Arecas y Olímpico, áreas urbanas de buen nivel, y Calle Bonita, pobladito de Hatillo, lucen ahora parques muy llamativos, en tanto que Las Flores y Nueva Esperanza se benefician de centros comunales. Asimismo, la iglesia católica de San Miguel, paraje cercano a Hatillo, tiene nuevo techo, Me dicen que en el renglón agua potable, los parajes Avendaños, El Corte y Mata Paloma, de la sección Santa María, disfrutan hoy del preciado líquido. Desde Cambita Uribe –el más cercano a San Cristóbal de los Cambita- me llegó la noticia de que el acueducto ha sido mejorado por el Ayuntamiento del municipio. Estas, señores, son solo algunas de las obras que han llegado a mi conocimiento y que mi mente recuerda al momento de escribir este articulo. Estoy seguro de que hay muchas más, sobre todo varias iniciadas en los últimos meses y que están en proceso. Al parecer, con el listado de este manojo de obras debajo del brazo es que el actual síndico, José Montás, se va a presentar ante el electorado a decirle “préstame tu voto, hermano”. Y los otros aspirantes, con qué divisa en manos o con qué argumento, irán ante los votantes ?.